El intérprete australiano
protagonizó en 1963 'Los pájaros', de Alfred Hitchcock
Su última aparición en el cine fue
en 'Malditos bastardos', de Quentin Tarantino
Rod Taylor, en un fotograma de 'Los
pájaros', en 1963.
El célebre actor de Hollywood Rod Taylor falleció
el miércoles 7 de enero por un infarto de miocardio a los 84 años en Los
Ángeles -a cuatro días de cumplir los 85-, informaron hoy sus representantes a
medios estadounidenses. El fallecimiento del intérprete australiano, nacido en
Sidney en 1930, se produjo el pasado miércoles en su casa, rodeado por su
familia, indicaron las mismas fuentes.
"Mi padre amaba su
trabajo", dijo su hija Felicia al confirmar el deceso en un comunicado
enviado a los medios, en el que destacó que "ser un actor fue su pasión".
Rod Taylor
fue un gran secundario que logró algunos estupendos papeles protagonistas en
sus más de 50 películas rodadas en Hollywood a lo largo de su carrera. Su papel
más recordado es el de Mitch Brenner, protagonista del clásico de Alfred Hitchcock Los
pájaros (1963). Ese mismo año también participó en Domingo en
Nueva York junto a Jane Fonda.
Su primera aparición -tras mudarse
a Hollywood cuando confirmó que en Australia no tenía un futuro claro aunque
hubiera triunfado como actor radiofónico-, fue en Gigante (1956),
de George Stevens, drama que enlazó con Banquete de boda, de
Richard Brooks. Al año siguiente ascendió un escalafón cuando ya tuvo un papel
de peso enEl árbol de la vida, junto a Montgomery Clift. En 1958
apareció en Mesas separadas, con Burt Lancaster.
El tiempo en sus manos (1960),
de George Pal, y basada en la novela de H. G. Wells La máquina del
tiempo, fue otra de sus películas más célebres, junto a Chuka (1967)
-producida por él- y Ladrones de trenes (1973), su último
papel importante en la gran pantalla. Trabajó a las órdenes de Jack Cardiff
-aunque esa película empezó a dirigirla John Ford- en El soñador
rebelde, la vida del dramaturgo Sean O'Casey. En los setenta su
estrella fue declinando y acabó haciendo películas de serie B y bastante
televisión.
Entre sus curiosidades artísticas,
está su interpretación en Zabrisckie Point, de Michelangelo
Antonioni (1970), el estrellato televisivo en los ochenta que recuperó
con Mascarada, o un rodaje en España en 1985 cuando
protagonizó, con Britt Ekland, Marbella, un golpe de cinco estrellas,
donde participaron Fernando Fernán Gómez y Paco Rabal.
Su última actuación en el cine fue
en el papel de Winston Churchill en la película Malditos bastardos, de
Quentin Tarantino, con la que obtuvo un premio del Sindicato de Actores. Taylor
estaba completamente retirado, y rechazó la primera vez el papel, proponiendo
en su lugar a Albert Finney, pero Tarantino pudo convencerle.
http://cultura.elpais.com/cultura/2015/01/09/actualidad/1420791882_709605.html
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