miércoles, 22 de noviembre de 2017

EL CUMPLEAÑOS ANGELINO DE PLÁCIDO DOMINGO

Los Ángeles homenajea a su director de la ópera, 50 años después de que actuara en esta ciudad por primera vez
EVA CATALAN

El cantante Plácido Domingo, al centro, durante el homenaje en Los Ángeles para celebrar los 50 años de su debut en la ciudad californiana. ARMANDO ARORIZO EFE

Era el 17 de noviembre de 1967, y un joven tenor español debutaba en Los Ángeles con la compañía de la New York City Ópera en una producción de Don Rodrigo. Plácido Domingo pisaba por primera vez en su vida el escenario del Dorothy Chandler Pavilion, el flamante teatro recién estrenado que se haría famoso por acoger la ceremonia de los Oscar durante las siguientes décadas. Su don Rodrigo, y su Alfredo en La Traviata, la noche siguiente, provocaron el entusiasmo de los críticos y de los amantes de la ópera de una ciudad siempre más volcada en el cine. Este viernes, en la gala del 50 aniversario desde aquella primera vez, Domingo, rodeado de un puñado de las mejores voces del momento, familia y amigos, lo ha celebrado con un concierto homenaje en el que no ha faltado la zarzuela, el musical, e incluso la música country. Y muchos, muchos aplausos y ovaciones. En todas partes le quieren, pero en Los Ángeles le quieren todavía más.

Desde aquel día de 1967, la carrera del maestro Domingo y la ciudad de Los Ángeles quedaron unidos para siempre. Domingo pasó a convertirse en uno de las mayores figuras de la ópera de todos los tiempos, pero nunca olvidó Los Ángeles, convirtiéndose en el principal impulsor de la incipiente escena operística de la ciudad, y utilizando su enorme poder de convocatoria (y recaudación de fondos) para poner en marcha producciones de éxito, y, ya en los ochenta, fundar la primera compañía operística de la ciudad, de la que hoy es director. Es en Los Ángeles donde Domingo da rienda suelta con más energía a todas las facetas de su carrera, dirigiendo, hasta la fecha, más de 18 óperas, trayendo a la mejores voces, seleccionando las producciones para cada temporada y apoyando programas educativos como el programa para jóvenes artistas Domingo-Coburn-Stein o su taller de zarzuela con el Conservatorio de Mariachis de la ciudad.

Hoy, el Dorothy Chandler, con 3.200 asientos en cuatro pisos, sus lámparas de araña y su escalinata central, es una sede con vetusto pedigrí para la Ópera de Los Ángeles, una compañía joven que quiere crecer. “Sin él, Los Ángeles no tendría ópera”, ha resumido Marc Stern, uno de los principales benefactores y artífices del homenaje. Tanto le deben, que el alcalde de la ciudad, Eric Garcetti, y la supervisora del condado, Hilda Solís, le han hecho el sábado sendas entregas de placas conmemorativas para, como dijo Garcetti, agradecer “a un ángel en la ciudad de los ángeles” su apuesta por traer el más exquisito de los espectáculos a la capital del show business. Domingo ya tiene su estrella, claro está, en el paseo de la fama, desde 1993, entre John Fogerty y Patty LaBelle.

https://elpais.com/cultura/2017/11/20/actualidad/1511178792_643434.html

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