MAITE NIETO
No es nueva nuestra
tendencia natural a guiarnos por las etiquetas aunque ahora algunas vayan
precedidas del símbolo almohadilla y en lenguaje millennial todo lo que merezca
existir deba ir acompañado de su correspondiente hashtag. Bajo-alto, guapo-feo,
listo-necio, de derechas-de izquierda, rápido-lento, prudente-insensato,
ordenado-desorganizado,auténtico-falso… Nos sobra riqueza de vocabulario para
el mismo resultado: membretes que califican y prejuicios previos a asomarnos
siquiera a lo que realmente somos más allá del hierro con el que nos marcan
otros.
Hedy Lamarr, en 1944 en un
fotograma de una de sus películas. CORDON PRESS
Bombshell: The Hedy Lamarr
Story, un documental dirigido por Alexandra Dean, rompe con convencionalismos
asociados a #mujer, #actriz, #Hollywood, #SímboloSexual, #NiDosDedosDeFrente.
En lenguaje predigital: guapa, seductora y actriz, igual a mujer florero.
Hedy Lamarr ha pasado a la
historia como "la mujer más bella del cine" y como la primera actriz
que interpretó un orgasmo en la gran pantalla. Pero el filme producido por la
también intérprete Susan Sarandon, rompe una lanza por la Lamarr ingeniera e
inventora de la teoría del espectro ensanchado, la precursora del WiFi.
La idea podía haber ayudado
a evitar que los torpedos dirigidos por radio en la II Guerra Mundial fueran
interceptados. Pero el gobierno estadounidense no debió entender bien la
tecnología inalámbrica y tampoco le dio mucho crédito a la inteligencia de una
mujer demasiado bella y libre. Para sacar de las sombras a tantas meritorias
féminas olvidadas se me ocurren otras etiquetas: #SomosTontosDelCulo #YaEstáBi
https://elpais.com/elpais/2017/11/14/gente/1510674256_182885.html
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