El concierto inaugura en
Sevilla los actos del cuarto centenario del nacimiento del pintor
ANTONIO J. MORA
El músico y director
catalán Jordi Savall tiene claro que si la vida de Bartolomé Esteban Murillo
(Sevilla, 1617-1682) fuese una partitura sería una "obra polifónica".
"Tendrían cabida las voces de su cultura y su ciudad, de todos esos personajes
que él transforma en divinidades", asegura. El reconocido violagambista ha
buceado en la biografía y época del pintor sevillano para poner banda sonora a
un periodo, pleno siglo XVII, que el musicólogo considera
"interesantísimo". "Es una etapa muy rica musicalmente, tanto en
España como en Europa", apunta. De la mano de la Capella Real de Catalunya
y Hespèrion XXI, Savall ofrecerá un concierto de música antigua inspirado en la
vida de Murillo con el que se inaugurarán los actos de conmemoración del cuarto
centenario del nacimiento del autor de obras como Inmaculada Soult. La cita es
este martes 28 en el Teatro de la Maestranza de Sevilla (20.30).
Con composiciones de Juan
Vásquez, Samuel Scheidt, Alonso Lobo y Francisco Correa de Arauxo, entre otros,
el concierto hace un recorrido por los acontecimientos más significantes de la
vida del Murillo, como su nacimiento, la marcha de Velázquez a Madrid, su
propio viaje a la capital, sus primeros encargos importantes, el matrimonio con
Beatriz de Cabrera y la epidemia de peste que azotó la ciudad. "Se ha
buscado las conexiones simbólicas y reales para que la música nos dé una idea
de lo que pasaba en aquella época. El proyecto es un lienzo musical de la épica
narrativa y de la vida y el tiempo del artista", expone el director.
"Para su nacimiento, qué mejor obra que De los álamos vengo, madre, de
Vásquez, una canción popular de amor preciosa; o Versa est in luctum, de Lobo,
que se interpretó para la muerte de Felipe III". El programa, que dura
casi hora y media, incluye músicas que se cantaban en la ciudad durante la vida
del pintor.
Chacona: a la vida bona, de
Juan Arañés, recreará cómo Murillo comenzó a ganarse la vida realizando
pinturas para su venta en el mercado; Llorando noches y días, de Agustín
Moreto, expresará el dolor del pintor tras la muerte de su mujer; y Durezze e
ligature, de Giovanni Maria Trabaci, hablará sobre la epidemia de peste que
redujo a la mitad la población de Sevilla. "Este [último] episodio no se
podía obviar, Murillo pierde a uno de sus hijos, la historia está hecha de momentos
felices y momentos dramáticos y la música nos acompaña en todos", afirma
del músico.
Tras la experiencia de
poner música a siete pinturas de Caravaggio o a la época de El Greco, ahora
toca Murillo. "Con proyectos como este disfruto muchísimo. Me gusta
reflexionar sobre la música y su relación con la historia. Son excusas para
entender mejor la historia", dice el violagambista, quien define a Murillo
como "un pintor que transmite emoción como pocos artistas". "Sus
obras condensan una reunión de emoción y espiritualidad que solo grandes
maestros como él y Caravaggio han culminado. Lleva la fuerza de las personas
humildes, con toda su humanidad y su tragedia, a las imágenes religiosas. En
ningún otro momento de la pintura lo humano y lo divino se dan la mano como lo
hacen en sus lienzos", apunta. "Es importante que nos replanteemos la
forma rompedora en la que se enfrentó a la realidad Murillo. Además, es vital
que repensemos la imagen que tenemos de él, que ahondemos en su modernidad, en
lo que fue capaz de transmitir, en su sensibilidad tan propia del
barroco", agrega.
El concierto de Savall, en
colaboración con la Fundación Banco Sabadell, inaugura las actividades del
cuarto centenario del nacimiento del pintor, que incluyen hasta ocho
exposiciones que reunirán en Sevilla más de 600 obras del sevillano. La primera
de ellas es Murillo y Los Capuchinos de Sevilla, en el Museo de Bellas Artes,
que reconstruirá desde este martes la composición que el artista realizó para
el convento de los Capuchinos. El público podrá ver por primera vez la serie al
completo gracias al préstamo de algunas de las piezas que hoy no se conservan
en la ciudad, como El jubileo de la Porciúncula, el lienzo principal del
retablo, cedido para la ocasión por el Wallraf-Richartz Museum de Colonia. La
siguiente muestra, Murillo y su estela en Sevilla, está comisariada por Benito
Navarrete y podrá verse desde el 6 de diciembre en el Espacio de Santa Clara.
La exposición reúne 62 obras, con algunas de las pinturas más originales del artista,
y pretende "estudiar la estela de sus imágenes como auténticas
supervivientes a lo largo del tiempo".
El Año Murillo acogerá
también dos itinerarios urbanos para conocer de cerca la vida y obra del pintor
en la capital andaluza, conciertos, programas audiovisuales, actividades
divulgativas y un gran congreso internacional sobre su figura y obra. Las
actividades se prolongarán hasta diciembre de 2018.
https://elpais.com/cultura/2017/11/22/actualidad/1511366041_077274.html
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