Fecha: 26.08.2017 /
14.01.2018
Yves Klein es la primera
muestra retrospectiva en América Latina del artista pionero del arte acción y
las prácticas inmateriales del arte contemporáneo. La exhibición hace un
recorrido, a través de más de 75 obras artísticas y una amplia selección de documentos
—cartas, dibujos, fotografías y películas—, por la variedad de facetas que
desarrolló a lo largo de su corta, pero intensa y prolífica carrera
(1954-1962).
La exposición articula, a
partir de un desarrollo cronológico, tres de las principales problemáticas
presentes en su trabajo: la monocromía, la materialidad de la carne y el arte
como campo inmaterial. Toma como punto de partida su exposición doble “Proposiciones
monocromas” en la galería Colette Allendy y en Iris Clert Gallery en París
(1957), en donde inicia su periodo azul.
En un primer momento, la exposición despliega el universo monocromo,
basado en la concepción de un color (el IBK, Azul Internacional Klein) como un
campo de sensibilidad inmaterial. Con esta producción toma distancia del arte
de su época, que se debatía entre la abstracción y la figuración. Después de
experimentar con formatos bidimensionales, Klein comienza a trabajar con
objetos y otros elementos, que al ser pigmentados con el azul se transforman en
esculturas de color ultramar. En el desarrollo de sus monocromías se deposita
su concepción no solamente del color sino del arte, en donde los cuadros son
solamente “cenizas” de la obra, como señalaría el propio artista.
Las obras revelan la
tensión constante entre la condición material del arte y su inmaterialidad.
Klein creía que el nuevo arte ocurría en la construcción de campos de
sensibilidad, ya fuese por medio de la pureza del azul Klein, a través de la
experiencia del vacío —como desarrolla en sus icónicas piezas Salto al vacío
y el periódico que lo documenta,
Dimanche (1960)—, o bien de los cuadros
realizados con fuego y aire, así como a partir de la reflexión sobre el valor
de la obra artística. Para él, el arte solo puede suceder en el espacio y por
lo tanto como experiencia. De ahí que, en las Antropometrías, una de sus series
más conocidas, Klein ejecuta el acto pictórico como una acción corporal y
carnal, más no la del artista sino de los cuerpos de modelos embadurnados con
pintura que dejan una impronta en el lienzo. Cuando Klein realiza la
Antropometría del periodo azul (1960) lo hace en vivo, acompañado de las
modelos y de varios músicos que tocan la partitura de la Sinfonía Monótona
Silente (1949), una pieza divida temporalmente entre un solo tono y el
silencio.
De esta forma, la agenda
radical y definitiva de Klein se desarrolla a través de sus obras, de las
acciones que las componen y de los diversos manifiestos y conferencias que
escribió e impartió a lo largo de su carrera. La muestra busca introducir a un
público amplio la obra de uno de los principales referentes del arte del siglo
XX. Quizá uno de los primeros artistas contemporáneos que buscó integrar arte y
vida en una aventura unificada.
https://muac.unam.mx/expo-detalle-127-yves-klein
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