Se trata de una muestra que está muy cuidada también desde el punto de vista de la difusión para visitas escolares, grupos, con una duración aproximada de una hora.
Puede verse fuera de
los horarios de los conciertos y abarca un periodo que recoge las actividades
del Auditorio Nacional entre 1988 y 2013.
Inaugurada el 21 de
octubre de 1988, la Sala Sinfónica
del Auditorio madrileño, como explican sus comisarios, canceló muchas décadas
de deambular de músicos y espectadores por diversos foros de la ciudad. Incluso
la vuelta del Teatro Real a su actividad operística, dejó sin una sala
específica en la capital orientada a la celebración de conciertos.
Desde esa época, el
Auditorio consiguió afianzarse como una referencia natural de la vida cultural
y melómana de Madrid, con una acústica exquisita, reconocida por
instrumentistas, cantantes y directores que lo han frecuentado y continúan
interpretando en el recinto. En la dedicatoria que puede apreciarse sobre uno de
los atriles que conforman la exposición, el director de orquesta Nikolaus
Harnoncourt dejó testimonio de lo agradable que resulta interpretar y dirigir
en la sala del Auditorio.
La finalidad de esta muestra que conmemora los primeros veinticinco años de vida del Auditorio Nacional es “por un lado explicar, leer y comprender mejor su arquitectura y, por otro, invitar a sus visitantes a conocer, o recordar, cómo ha sido la interacción que se ha establecido durante este tiempo entre el edificio y sus usuarios, tanto intérpretes como aficionados, convirtiéndolo en una auténtica casa de la música de todos y para todos”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario