miércoles, 12 de noviembre de 2014

EXPOSICION EN EL PALAZZO STROZZI DE FLORENCIA


Picasso, Miró, Dalí
Jóvenes enojados: El nacimiento de la Modernidad
Palazzo Strozzi, Florencia


La exposición Picasso, Miró, Dalí. Jóvenes enojados: El nacimiento de la Modernidad reunirá más de 60 obras tempranas de tres jóvenes artistas: Pablo Picasso, Joan Miró y Salvador Dalí, así como más de 100 bocetos de Picasso. Los tres crecieron en Cataluña pero se hicieron famosos en Francia, donde dos de ellos decidieron instalarse a vivir y desarrollar sus carreras, mientras que Salvador Dalí permaneció la mayor parte de tiempo en España. Dicha exposición estará abierta del 11 de marzo al 17 de julio de 2011 en el Palazzo Strozzi de Florencia y está estructurada como una película en una serie de “flashbacks” que llevan al visitante al verdadero nacimiento de la modernidad. Comenzando con el primer encuentro de Dalí con Picasso en 1926, indica el nacimiento del modernismo en sus primeros comienzos a través de las respuestas de Dalí a Miró, el encuentro de Miró con Picasso en 1917 y finaliza justo antes de la llegada del joven Picasso a París en 1900, a principios del nuevo siglo. Con el cuaderno 7 de 1907-que se muestra en su totalidad, por primera vez, fuera de España-podemos observar el nacimiento del lenguaje del arte moderno. La exposición guía al visitante a través de una serie de espacios organizados como “consideraciones” que investigan las raíces comunes de los estilos, que posteriormente hicieron a Picasso, Miró y Dalí nombres universalmente conocidos.

La exposición debuta con un encuentro inesperado. Sobre las cabezas de los visitantes se arremolinan imágenes de páginas del cuaderno de bocetos de un artista, de Picasso, en concreto. Las imágenes de ensueño y el llamativo encuentro entre el arte clásico y el africano presagian el corazón secreto y misterioso de la exposición-el fundamental Cuaderno 7 de Picasso. Producto de únicamente dos meses de intensa creatividad en 1907, las páginas del cuaderno muestran a Picasso a caballo entre dos siglos y dos tradiciones, por un lado con un pie en el siglo XIX y por otro en el XX. Aquí podemos contemplar a Picasso luchando por dar origen a un nuevo lenguaje visual-el lenguaje de la modernidad-en los primerísimos bocetos de su revolucionaria obra “Las Señoritas de Avignon”.

Tras este evocativo prólogo, una serie de “flashbacks” nos hacen retroceder en el tiempo, empezando en 1926 cuando un Dalí de 22 años recuerda la visita que hizo a Picasso en Paris, acompañado por su madre y hermana. Mientras Dalí era todavía un joven, Picasso estaba a punto de cumplir los 45 años. “Maestro, acabo de llegar a París y he venido a verle antes de visitar el Louvre” recuerda que le dijo. Paradójicamente, la visita de Dalí en 1926 no abre ningún ciclo sino que completa una historia que conecta la obra de los tres artistas: Picasso, Miró y Dalí. Cada uno de ellos era un `talento emergente’, que buscaba desarrollar un lenguaje visual único y cada uno recurría al pasado para inventar el futuro. Tanto para Miró, como posteriormente para Dalí, el `pasado’ ya incluía a Picasso.

El visitante va pasando, de sala en sala, repleta de obras de juventud, retrocediendo en el tiempo en todo momento, a través de unas obras que hablan de la relación que mantuvieron Miró y Dalí (1920-1925) hasta el momento en que Miró intentó, aunque sin éxito, encontrarse con Picasso en Barcelona (1917). A lo largo de la exposición, las páginas del Cuaderno 7 aparecen en distintas etiquetas, prefigurando el descubrimiento del libro de bocetos en su totalidad, en dobles páginas, por el anverso y reverso.

Finalmente el visitante llega al fin (o el comienzo) y descubre la obra más temprana de la exposición Monaguillo, pintado cuando el artista contaba únicamente 15 años de edad. El visitante vuelve a entrar en el espacio de Cuaderno 7-el corazón del misterioso nacimiento del modernismo-y en lugar de volver al comienzo de la exposición, entra en el último espacio de la exposición en el que la deuda que tienen Dalí, Miró e incluso el propio Picasso, con el cuaderno de bocetos de 1907, queda claramente representada en tres grandes obras posteriores: Arlequín de Dalí, Pequeño Universo de Miró y Mujer que llora de Picasso.

La exposición se centra en el periodo más temprano de la producción de Pablo Picasso, de 1895 a 1906, antes de la creación del Cubismo, con préstamos de grandes museos tales como…; y las obras tempranas de Joan Miró, de 1915 a 1920, y de Salvador Dalí, durante su periodo figurativo antes de que ambos viraran hacia el Surrealismo a finales de los años 20 y 30.

La obra temprana de Picasso estaba a menudo teñida por sus fuertes convicciones políticas. En Madrid, en 1901, Picasso y su amigo anarquista, Francisco de Asís Soler, fundaron la publicación Arte Joven que publicó cinco números. Picasso ilustró la revista, en su mayoría, con caricaturas feroces que representaban y simpatizaban con las condiciones de los pobres. Asimismo Miró entendía el arte como una herramienta política y su frecuente cita “el asesinato de la pintura” proviene de una aversión al arte burgués de cualquier tipo, sobre todo cuando se utilizaba como una manera de promocionar una identidad cultural entre los ricos. En particular, Miró veía el cubismo de esta manera y se dice que dijo “Romperé sus guitarras” refiriéndose a las obras tempranas cubistas de Picasso y Braque.

Dalí, mucho más joven que Picasso y Miró, fue expulsado de la Academia en 1926, poco antes de los exámenes finales, al manifestar que nadie en la facultad era suficientemente competente para examinarlo. Su maestría y sus dotes artísticas están bien documentadas en sus obras más tempranas tales como su perfecta y realista Mujer en la ventana, que pintó en 1926. Ese mismo año realizó su primera visita a París donde conoció a Picasso, al cual el joven Dalí veneraba. Picasso ya había escuchado muchas cosas favorables sobre Dalí por Joan Miró.

Se trata, para Florencia, de la primera exposición, en muchos años, que se centra en los comienzos de la modernidad. Ha sido concebida por el Dr. Christoph Vitali, antiguo Director de la Schirn Kuntshalle en Frankfurt, la Haus der Kunst en Munich, La Fundación Beyeler en Basilea y más recientemente el Exhibition Hall de la República Federal de Alemania en Bonn y con la colaboración del renombrado historiador de arte y especialista en arte moderno español, Eugenio Carmona, Profesor de Historia del Arte en la Universidad de Málaga, miembro de los consejos de administración del Museo Patio Herreriano de Valladolid, el Museo Nacional de Arte Reina Sofía y la Comisión de Museos de Andalucía. La exposición ha sido organizada por la Fundación Palazzo Strozzi, con el apoyo de la Soprintendenza de los Museos Estatales Florentinos y el patronazgo de los gobiernos de España, Cataluña y Barcelona.

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