Tomando como punto de
partida '2001: Una odisea del espacio' de Stanley Kubrick, esta exposición nos
invita a un viaje por los orígenes, el presente y el futuro de la inteligencia
humana y de uno de sus proyectos más ambiciosos: la inteligencia artificial.
Nuestros más remotos
ancestros crearon instrumentos rudimentarios —tecnologías— de piedras y huesos,
que desempeñaron un importante papel en la supervivencia de la especie. Hoy
creamos computadoras y programas de IA, que corroboran el extraordinario avance
del conocimiento humano y anuncian importantes transformaciones en nuestras
sociedades.
La película que mejor ha
trazado esta transición es ‘2001: Una odisea del espacio‘, de Kubrick,
estrenada hace ahora cincuenta años. En sus tres episodios, el reparto de los
protagonistas incluye tanto al mono humanoide de hace cuatro millones de años
que descubre la «primera» arma, como al ordenador superinteligente HAL 9000, la
más avanzada tecnología que controla la nave espacial Discovery y a sus
tripulantes.
Preguntado por la
inteligencia artificial, Stanley Kubrick escribió: “Una de las cuestiones más
fascinantes que surgen al imaginar ordenadores más inteligentes que los seres
humanos es hasta qué punto la inteligencia automática merece la misma
consideración que la inteligencia biológica. Uno podría sentirse tentado de
preguntarse en qué es menos sacrosanta la inteligencia artificial que la
inteligencia biológica. Y podría llegar a ser difícil optar por una conclusión
halagadora a favor de la inteligencia biológica”. Medio siglo después de su
película y de la novela homónima de Arthur C. Clarke, parece más relevante que
nunca replantearse esta pregunta.
Comisariada por Claudia
Giannetti,–una de las especialistas más relevantes del media art– esta
exposición está articulada también en tres ejes temáticos: El despertar de la
inteligencia, En el universo de la IA y El futuro de las inteligencias y más
allá del infinito. La muestra establece analogías entre escenas de ‘2001’
acompañadas de documentos y manuscritos originales de Kubrick, y una selección
de piezas y obras significativas que permiten descubrir la relación entre seres
humanos y máquinas “pensantes”. La estructura narrativa de esta exposición se
articula en torno a diez preguntas, que plantean aspectos relevantes acerca de
la inteligencia humana y de las potencialidades de las tecnologías de IA.
Con un especial acento en
la sinergia entre arte, ciencia y tecnología, el principal propósito de este
proyecto es mostrar la evolución de la inteligencia humana y artificial a
partir de sus hitos históricos, sus aplicaciones actuales y las fascinantes perspectivas
que sugiere el por venir.
El primer eje temático, El
despertar de la inteligencia humana, versa sobre el cerebro humano y sus redes
neuronales, que propician nuestra mente simbólica inteligente y la capacidad de
invención de instrumentos. Como piezas destacadas en esta sección tenemos una
instalación audiovisual del artista inglés Mat Collishaw, homenaje a ‘2001’; el
original de ‘Arbor scientie venerabilis’ con el dibujo del árbol del
Conocimiento (1515) de Ramón Llull; varios dibujos originales de tipos de
células neuronales de Santiago Ramón y Cajal (1899) y también el guion original
de ‘2001’.
Proyecto 'The Next Rembrandt'.
Una réplica videográfica
del interior de la nave Discovery de ‘2001’ introduce el espectador en la
esfera de HAL 9000 y, con ello, En el universo de la IA, el segundo eje
temático, que trata la interacción ser humano-máquina. Esta sección se centra
en los ámbitos del juego, el arte, la resolución de problemas, el lenguaje, la
visión y las acciones autónomas. Algunas piezas destacadas de este eje son el
‘Ajedrecista’ (1912), de Leonardo Torres Quevedo, primera máquina analítica del
mundo de carácter autónomo y funcional con tecnología electromecánica; la
primera carta de Kubrick a Arthur C. Clarke en la que le sugiere colaborar en
la película (31 marzo 1964) y la instalación interactiva DATA | ergo sum, de
3dinteractivo, que explora la capacidad de visualizar y extraer datos de
nuestro cuerpo. Otras dos obras abordan la aptitud “creativa” de la IA: ‘The Next Rembrandt‘
(2015), una “pintura” realizada por un algoritmo de IA a partir del aprendizaje
exhaustivo de las obras del famoso pintor neerlandés; y, en contraposición, los
dibujantes robóticos de ‘Human Study #1’, de Patrick Tresset, que son autónomos
y crean retratos en tiempo real de personas del público. Estas y otras obras
exhibidas indagan tanto sobre la posibilidad de que una máquina pueda pensar,
su real autonomía o su dominio de la visión y del lenguaje humanos, como el
potencial de una IA para controlarnos o para cambiar nuestras vidas.
Instalación ‘The Mutual Wave
Machine‘.
El futuro de las
inteligencias y más allá del infinito aborda el porvenir de la inteligencia
humana y su relación con la IA. Las investigaciones apuntan a una futura
simbiosis cerebro-ordenador para incrementar nuestras capacidades o interactuar
con tecnologías a través del pensamiento, que podrían conducir a un futuro ser
transhumano.
Una obra destacadas de este
apartado es la instalación ‘The Mutual Wave Machine‘, de S. Dikker y M.
Oostrik, que utiliza algoritmos neurocientíficos para explorar las
interconexiones de la actividad cerebral de dos personas del público.
La muestra podrá verse en
la cuarta planta de Espacio Fundación Telefónica, del 31 de octubre de 2018 al
17 de febrero de 2019.
https://espacio.fundaciontelefonica.com/evento/mas-alla-de-2001-odiseas-de-la-inteligencia/
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