miércoles, 31 de octubre de 2018

MARIELLA DEVIA, UNA DE LAS DIVAS DEL BELCANTO, EL RECITAL DE DESPEDIDA EN EL TEATRO REAL DE MADRID, por Alicia Perris


VOCES DEL REAL,  28 DE OCTUBRE DE 2018

Gaetano Donizetti, Oberturas y escenas finales de  Anna Bolena (Parte I) y Maria Stuarda (Parte II).

Mariella Devia, soprano
José Miguel Pérez-Sierra, director de orquesta, Orquesta Sinfónica de Madrid
Andrés Máspero, director del coro Intermezzo
Elenco acompañante
Javier Franco. Rochefort de Anna Bolena y Talbot de Maria Stuarda
Alejandro del Cerro. Percy en Anna Bolena y Leicester en Maria Stuarda
Gerardo Bullón. Cecil en Maria Stuarda
Emmanuel Faraldo. Hervey en Anna Bolena
Sandra Ferrández. Smeton en Anna Bolena y Anna Kennedy en Maria Estuarda

La tarde del domingo 26, dio comienzo al ciclo Voces del Real, con el Coro y la Orquesta Titulares del Teatro Real, bajo la dirección musical del maestro José Miguel Pérez Sierra. Junto a ellos, dieron la réplica a la diva de Imperia, en diferentes escenas de las mencionadas óperas, las voces de los tenores Alejandro del Cerro y Emmanuel Faraldo, los barítonos Javier Franco y Gerardo Bullón y la soprano Sandra Ferrández. Los cantantes que escoltaron a la soprano italiano lo hicieron con elegancia, talento, buena vocalidad, fraseo elegante y generosidad, asumiendo a priori un rol secundario en una sesión que se había pensado para el lucimiento casi exclusivo de Mariella.

Mariella Devia (pronúnciese Devía, con acento en la “i”) la famosa soprano italiana, tras su despedida de las óperas escenificadas, ofreció un concierto especial en el que dijo adiós al público de Madrid antes de su retirada definitiva, aunque seguirá actuando en veladas musicales en distintas salas de concierto y, también, dando  lecciones, “master classes”.
Para su última aparición en el escenario de la Plaza de Oriente, Mariella Devia ha elegido un programa dedicado a Donizetti y a dos personajes de referencia en su repertorio: María Stuarda y Anna Bolena, dos reinas, una inglesa, la otra escocesa, con trayectorias inmersas en la intriga, de historia controvertida, cuyo cruento final ha sido dibujado con magistral dramatismo por el compositor de Bérgamo.

Anna Bolena astuta, protestante, pero descuidada al final, una carta más para el Barba Azul real que tan bien retrató en su tiempo, Hans Holbein el joven. María Estuardo, impetuosa, bella, inteligente, católica, enfrentada casi toda su vida a una gobernante poderosa e implacable, Isabel I de Inglaterra, sin hijos, sin maridos, luterana, pero con una voluntad formidable de gobernar y de perpetuarse en el poder, aunque termine por dejarlo, falta de descendencia propia, a Jacobo, hijo de la Estuardo, a quien había decapitado. Son los roles de referencia, entre otros muchos, de los que Devia hará algunas revisiones.

De hecho, faltó algo más de química entre la estrella y los jóvenes cantantes españoles y argentino (Emmanuel Faraldo, tenor), que, al final de la primera parte no saludaron con ella y al final, lo hicieron de una forma más que discreta.
José Miguel Pérez-Sierra dirigió con solvencia, mejor la segunda obertura que la primera y el resto de las escenas finales concertó bien, aunque por momentos, hubiera podido dar más atención a los cantantes, concentrado en su papel, como estaba, frente a los músicos y el Coro Intermezzo, que, como suele, estuvo brillante y ajustado en la dirección del también argentino Andrés Máspero.


Mariella Devia, de temperamento contenido, gran profesional, meticulosa, pero accesible, sigue conservando a sus setenta años una perfecta línea de canto, un fraseo delicado, un dominio de la coloratura y de control de los recursos, que  la convirtieron en una de las intérpretes de referencia para las nuevas generaciones.
Con una carrera construida sobre el trabajo constante, apoyada en la técnica y una cuidadosa elección del repertorio que la han cimentado, Devia ha destacado especialmente en la interpretación de personajes con evidentes exigencias dramáticas como Norma, Lucia de Lammermoor, Violetta Valery (La traviata), Maria Stuarda o Anna Bolena.

El público que la vio cantar todavía guarda en su memoria la extraordinaria construcción de su reina Isabel I de Inglaterra, en la inauguración de la Temporada 2015-2016 del Teatro Real con Roberto Devereux y su última invocación a la Luna, en Norma, otro mes de octubre, de 2016, en este mismo escenario.
Vestida con dos elegantes atuendos largos, el primero en negro con un cinturón ancho verde debajo del busto, dejaba entrever un pecho conservado. El segundo, casi torero, en violeta con aplicaciones doradas en la parte superior, permitía adivinar, con el generoso tajo trasero, unas piernas muy bonitas.


Las cualidades vocales de Mariella Devia ya se han mencionado, pero hay que destacar también su “fineza sul palcoscenico”, la delicadeza con que gira la cabeza para mirar a sus compañeros, a lo lejos (con el director musical en el medio), el movimiento de sus manos, el lucimiento que hace de la vestimenta, encuadrada en un peinado corto que no busca disimular ni sus canas ni su edad.
Los aplausos fueron tumultuosos, los “brava”, los gestos de afecto del público, el apelativo de “maestra”, con que la obsequiaron los presentes, que compartieron la sala con otra de las grandes, Teresa Berganza, que venía a disfrutar de otra cantante famosa de ópera como ella, aunque no hubo bises.
Madrid despide a una grande del belcanto, esperando el momento, en que, seguramente decida regresar.

Alicia Perris

Fotos: Julio Serrano

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