Sentada en su butaca, Montserrat Caballé escuchó como le cantaban seis sopranos,
entre ellas su hija, Montserrat Martí. Contempló vídeos de sus mejores
actuaciones en Madrid y escuchó al maestro de ceremonias, Emilio Sagi, loar sus
virtudes. Al final, dio un tierno y agradecido discurso. Se emocionó, lloró,
recibió el cariño de su público. No cantó, pero prometió volver, a sus 81 años
y pese a sus dificultades para mantenerse en pie más que unos minutos. 'La
Caballé' quiere querer dar otro concierto en Madrid.
El recital sirvió de repaso a la trayectoria del icono del belcanto, de técnica y timbre únicos, que tanto interpretaba a Gaetano Donizetti como a Richard Wagner o a Richard Strauss. De este último compositor se pudo escuchar en directo un aria de Salomé, cantada con personalidad por la soprano Ángeles Blancas. Las reinas de la noche fueron, sin duda, Irina Churilova, con un aria de La forza del destino, de Giuseppe Verdi, y una menos lucida Madama Butterfly. Mariella Devia abrió y cerró el recital con Donizetti y un deslumbrante Il pirata, de Vincenzo Bellini.
Pero la mayor ovación se la llevó un vídeo de la propia Caballé con Casta Diva, la mítica aria de Norma, de Bellini. Tras escuchar la versión proyectada, de la orquesta de RTVE con la dirección de Enrique García Asensio, el público aplaudió a una Caballé en blanco y negro, que agradecía al público de hace más de 30 años un apoyo que aún pervivía y se hacía patente con algunas lágrimas entre los asistentes.
El Teatro Real
rindió este martes homenaje a la diva de la ópera con un programa que rememora
sus más célebres actuaciones en Madrid. Se centró, sobre todo, en sus éxitos de
la década de 1960, los 70 y comienzos de los 80, su etapa dorada. Una época en
la que ella fue, además de una diva de fama internacional, "uno de los
pilares de la supervivencia de la ópera en España", según ha escrito Joan
Matabosch, el director artístico del Teatro Real e impulsor del tributo.
En el ambiente flotaba un aura de
respeto, de despedida y algunos comentarios sobre sus escándalos fiscales, que
junto al ictus sufrido en 2012, han hecho recientemente mella en el ánimo e
imagen de la artista. "En cuanto pueda caminar, volveré y cantaré para
ustedes", prometió. "Un cierto repertorio me queda muy bien. Pero con
otro, yo quedaría muy mal", continuó, soltando una de sus carcajadas
características y recordando que con su "corpulencia, no era muy ágil en
escena".El recital sirvió de repaso a la trayectoria del icono del belcanto, de técnica y timbre únicos, que tanto interpretaba a Gaetano Donizetti como a Richard Wagner o a Richard Strauss. De este último compositor se pudo escuchar en directo un aria de Salomé, cantada con personalidad por la soprano Ángeles Blancas. Las reinas de la noche fueron, sin duda, Irina Churilova, con un aria de La forza del destino, de Giuseppe Verdi, y una menos lucida Madama Butterfly. Mariella Devia abrió y cerró el recital con Donizetti y un deslumbrante Il pirata, de Vincenzo Bellini.
Pero la mayor ovación se la llevó un vídeo de la propia Caballé con Casta Diva, la mítica aria de Norma, de Bellini. Tras escuchar la versión proyectada, de la orquesta de RTVE con la dirección de Enrique García Asensio, el público aplaudió a una Caballé en blanco y negro, que agradecía al público de hace más de 30 años un apoyo que aún pervivía y se hacía patente con algunas lágrimas entre los asistentes.
Entre el público, seguidores de toda
la vida, mitómanos y algún joven que reconocía haber ido a aplaudir a una
soprano con la que había crecido, pero a la que nunca había visto en directo.
Todo por la diva.
http://www.huffingtonpost.es/2014/12/10/montserrat-caballe-exitos-teatro-real_n_6298462.html
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