Del 30 de marzo al
08 de septiembre de 2019
Comisariado:
Lourdes Moreno
Artistas:
Gustav Klimt, Amedeo
Modigliani, Kees Van Dongen, Man Ray, George Grosz, Pablo Ruiz Picasso,
Salvador Dalí, Pablo Gargallo, Suzanne Valadon, Maruja Mallo, Ignacio Zuloaga,
Hermen Anglada-Camarasa, Julio Romero de Torres.
Del eterno femenino
a la nueva mujer, esta exposición recorre más de medio siglo de imágenes
protagonizadas por mujeres, en un período, entre finales del XIX y mediados del
XX, en que su representación en el arte mostrará, como reflejo de las
realidades sociales contemporáneas, un cambio de paradigma. El punto de vista
exclusivamente masculino y misógino se enfrentará al cuestionamiento planteado
por la mirada femenina sobre su propia identidad. De sujetos pasivos y
sexualizados, las mujeres se convertirán en referentes de emancipación y
libertad. Las perversas femmes fatales finiseculares, iconos de una sexualidad
destructora, dejarán paso a las modernas, cuya perversidad reside en su
oposición al orden establecido, por su reivindicación de un espacio propio que
sacude los cimientos de una sociedad históricamente patriarcal y en plena
revolución transformadora.
El punto de partida
es el estereotipo de la femme fatale, una creación del decadentismo y
simbolismo a finales del xix que, a través de figuras bíblicas, mitológicas,
históricas o literarias, asimila lo femenino con una belleza maldita, el pecado
o la muerte. Con el arte de vanguardia, estas pérfidas seductoras tomarán el
aspecto de mujeres de carne y hueso: las musas y modelos de los artistas,
famosas actrices, excéntricas socialités, lánguidas burguesas o las majas
españolas. Desnudas o vestidas, en poses sugerentes o impasibles, imponentes y
subyugantes, estas mujeres encarnan el poder del deseo. La ruptura de estas
visiones misóginas de la sexualidad femenina la plantearán artistas como
Suzanne Valadon, con una mirada desprejuiciada al desnudo femenino como algo
cotidiano.
El carácter terrenal
de esos nuevos ídolos de perversidad desciende incluso hasta los bajos fondos
de la sociedad moderna. Cabarets, cafés y prostíbulos ofrecen a los artistas de
la bohemia parisina modelos de bajo coste, unas sórdidas Venus convertidas en
los referentes del erotismo de una sociedad urbana en la que la prostitución
conocerá un extraordinario incremento. La fealdad, lo grotesco, lo macabro o la
reflexión dramática sobre este degradado universo convivirán con la fascinación
eterna por lo femenino. La sexualidad desinhibida de estas reinas del abismo y
el magnetismo de las femmes fatales se conjugarán en la belle époque en una
estética difundida por la moda y la publicidad, consumida por la burguesía y la
alta sociedad, por mujeres que, liberadas de su papel tradicional en la
sociedad, reclaman nuevos roles y rechazan las convenciones.
El escenario final
de esta iconografía femenina lo protagonizan mujeres emancipadas, creadoras,
transgresoras, independientes, epítomes de la nueva mujer que a lo largo de la
primera mitad del siglo xx lucha por tener una voz propia. Junto a musas de la
vanguardia, como Kiki de Montparnasse o Gala Dalí, e iconos de la revolución en
la moda femenina como Coco Chanel, esta sección da cabida a mujeres que invaden
espacios antes vedados o limitados para ellas. Y, sobre todo, destaca la mirada
de la mujer artista sobre lo femenino; una perversa transgresión de las reglas
de un juego que ha dejado de ser, como hoy, exclusivamente masculino.
https://www.carmenthyssenmalaga.org/exposicion/perversidad-mujeres-fatales
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