Retorno a la belleza
analiza el origen del retour à l'ordre en Italia a través de más de un centenar
de obras tanto de los autores clave de la pintura metafísica como de los
artistas del grupo Novecento y de aquellos que no dudaron en caminar hacia lo
que conocemos como realismo mágico.
El 25 de febrero abrimos
las puertas de nuestra sala Fundación MAPFRE Recoletos con arte italiano de
entreguerras. Tras la Gran Guerra, y haciendo responsable a la vanguardia más
radical del desorden histórico, moral y cultural, se propuso en casi toda
Europa una “vuelta al orden”, un retorno a la seguridad y serenidad que
proporciona el clasicismo. Estos artistas fueron su estandarte. La exposición
cuenta con préstamos de numerosas colecciones particulares e instituciones
internacionales, entre las que cabe destacar la Pinacoteca di Brera, el Museo
del Novecento de Milán, el Musée d’Art Moderne de la Ville de París, la National
Gallery de Praga o el Museo Morandi, entre otros.
Felice Casorati
Ritratto di Renato Gualino
[Retrato de Renato Gualino], 1923-1924 (detalle)
Istituto Matteucci,
Viareggio
©Felice Casorati, VEGAP,
Madrid, 1917
En la Italia de la primera
y segunda década del siglo XX, los ecos de la gran tradición mediterránea
fluían de forma leve, pero constante, para intentar acallar años de
vanguardias. Después de la desolación de la Gran Guerra, un grupo numeroso de
artistas se sumergió en algunos de los episodios memorables de su pasado
histórico para desarrollar el tema de la belleza como eje central, unido a
otras cualidades necesarias y entonces ausentes: el equilibrio, el sosiego y la
eternidad.
En esa búsqueda de la
belleza no solo retomaron la temática y el sentido de la composición propio de
la Antigüedad y del Renacimiento, también incluyeron la atmósfera de misterio,
la solemnidad del gesto y el idilio con la naturaleza.
No obstante, su admiración
por el pasado no fue una simple mímesis, al contrario, pintores como De
Chirico, Carrá, Morandi, Casorati, Donghi y otros coetáneos supieron extraer
del clasicismo una figuración renovada e imaginativa con altas dosis de modernidad.
Los artistas italianos
sintieron que ese regreso a la tradición, conocido internacionalmente como
Vuelta al Orden, sería el bálsamo infalible para atemperar la devastación
sufrida y la ausencia de esperanza.
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