Del 24 de febrero al 28 de
mayo de 2017
Esta exposición en la que
se rinde un merecido homenaje a este prohombre del siglo XIX, pretende
reconstruir la rica vida y obra de un Barbieri, que fue, según él mismo narró,
“lego en un convento, estudiante de medicina, aprendiz de ingeniero, alumno del
conservatorio, corista, partiquino, director de orquesta, apuntador,
contrabandista durante una hora, buhonero en cierta ocasión, director de un
liceo, secretario de otro, músico militar, miliciano nacional, empresario,
periodista, bibliófilo, compositor y constante adorador del bello sexo”. Se
expondrán unas 250 obras de la BNE y de otras instituciones y coleccionistas
españoles.
Francisco de Asís Esteban
Asenjo Barbieri (1823-1894), descendiente de una familia de bailarines
italianos, es una de las personalidad más ricas del siglo XIX español. Cuando
fallece en Madrid, era considerado como una
gloria nacional, uno de los grandes hombres que habían movido las entrañas de
la cultura española.
Había dejado tras de sí
varias obras convertidas en mitos de la cultura hispana como las zarzuelas el
Barberillo de Lavapiés, Pan y toros o Jugar con fuego, así como obras
imperecederas de nuestra cultura como El Cancionero de Palacio que recuperó,
sus estudios de musicología, la defensa de nuestra historia musical, su inmenso
legado de bibliófilo, la acción cultural con la que introdujo la música
sinfónica en el romanticismo español, o la construcción de ese templo de
nuestro teatro lírico que es el Teatro de la Zarzuela.
Hombre laborioso y serio en
el trabajo, comunicativo y brillante, de extraordinaria actividad, estaba
dotado de una irresistible simpatía, y dejó un rico y nutrido pensamiento,
sobre la vida, el mundo y los hombres, lleno a veces de humor e ironía.
Se expondrán unas 250 obras
de la BNE y de otras instituciones y coleccionistas españoles. Esta exposición
en la que se rinde un merecido homenaje a este prohombre del siglo XIX, pretende
reconstruir la rica vida y obra de un Barbieri, que fue, según él mismo narró,
“lego en un convento, estudiante de medicina, aprendiz de ingeniero, alumno del
conservatorio, corista, partiquino, director de orquesta, apuntador,
contrabandista durante una hora, buhonero en cierta ocasión, director de un
liceo, secretario de otro, músico militar, miliciano nacional, empresario,
periodista, bibliófilo, compositor y constante adorador del bello sexo”.
La exposición ilumina
también al mundo que rodea a Barbieri, y sin el que es comprensible. De
ideología progresista, estuvo atento a los acontecimientos políticos y
sociales. Su círculo de relaciones transciende lo musical y se extiende al
mundo literario, el más querido para él, el político, el religioso o la
bibliofilia. Su lucha en defensa de la música española, con sus mil caras, es
la piedra angular de su vida, y no se puede entender sin este mundo de
confluencias, que enriquecen su vida.
Toda esta realidad se narra
en esta exposición. Se parte del “hombre” al que se sitúa dentro siglo XIX,
junto a su círculo de amistades. Su obra musical, genial en muchos casos,
magnífica siempre, llena los dos apartados que siguen,y allí aparecen los
colegas músicos, los literatos o los políticos.
La creación musical no agota
ni define plenamente a un artista cuya actividad fue mucho más allá de la
composición. Por ello dedicamos el cuarto apartado al activista y al ideólogo.
Un gestor que mueve muchos hilos de la vida musical hispana.
La exposición se cierra, y
no podía ser de otra manera con uno de los motivos que la fundamenta. El 18 de
febrero de 1894, el día antes de su fallecimiento, y ante sus amigos Marcelino
Menéndez Pelayo y el director de la biblioteca Manuel Tamayo y Baus, donaba
Barbieri a la Biblioteca Nacional su inmensa colección de libros y documentos.
Aquella inmensa y valiosa
colección de documentos, libros, partituras, cartas y trabajos personales,
conocida hoy como el Legado Barbieri era fruto del espíritu del bibliófilo, el
documentalista y el historiador, y de la gran fortuna que le habían dado sus
éxitos musicales.
La Biblioteca de Barbieri
constituye un legado indescriptible, entre manuscritos, incunables y libros
editados, y es sin duda la más rica colección de libros de música que ha
existido en España, y que hoy atesora la Biblioteca Nacional.
Rindamos pues con esta Exposición el más merecido
homenaje al gran Francisco Asenjo
Barbieri.
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