El escritor italiano
Antonio Manzini, fotografiado en Roma. GIANNI CIPRIANO
Andrea Camilleri le señaló
como sucesor en el trono del rey italiano del género negro, ha creado al
policía corrupto Rocco Schiavone y odia Roma
Hace tiempo que muchos
consideran a Antonio Manzini (Roma, 1964) como el sucesor natural de Andrea
Camilleri, como su heredero al trono de rey italiano de la novela negra. Pero
ha sido el propio escritor siciliano, en la actualidad nonagenario y ciego,
quien más ha contribuido a agigantar esa idea. Al fin y al cabo en una de sus
últimas novelas Camilleri obliga a su gran creación literaria, el inspector
Salvo Montalbano, a realizar afectuosas referencias al subcomisario de policía
Rocco Schiavone, la criatura obra de Manzini. "Se trata de un regalo
maravilloso que me ha hecho mi amigo Camilleri y que me ha emocionado. Pero
Camilleri no tiene sucesores, Camilleri es Camilleri, basta", zanja el
escritor romano.Montalbano y Schiavone son muy distintos, pero tienen algunas
similitudes: ambos son tipos de carácter hosco, bastante cínicos pero con una
enorme humanidad y un sentido propio de la justicia que no siempre se ajusta al
de la estricta legalidad. Pero Schiavone es mucho más canalla -fuma porros, se
queda con alijos de marihuana, tiene amigos delincuentes y redondea sus
ingresos metiéndose en el bolsillo las mordidas que pilla a los corruptos- y,
sobre todo, vive en perpetuo cabreo contra el mundo. En 7-7-2008, la fecha que
da título a la quinta entrega de aventuras de ese policía romano desterrado en
una fría localidad alpina y que ahora publica en España la editorial
Salamandra, entendemos algunos de los motivos de su enfado profundo.
Rocco Schiavone, el
subcomisario que protagoniza sus novelas, es un tipo enfadado, profundamente
desencantado. ¿Representa a la Italia de hoy?
Nunca lo había pensado,
pero probablemente así sea. Schiavone forma parte de esa Italia desilusionada,
que está hasta las narices, que no soporta ver cómo todas esas cosas que
deberían de ser elementales cada vez están peor... Efectivamente, es un tipo
desencantado, que apenas cree en las instituciones de las que él mismo forma
parte. Sólo cree en las cosas que le han enseñado a ser mejor persona: el amor,
la amistad...
En toda Europa, incluida
Italia, asistimos a un auge de los populismos...
No son populistas, son fascistas,
fascistas travestidos de populistas. Son reaccionarios, idiotas, gente no
preparada, ignorantes. Italia se está volviendo un país fascista, aunque en
realidad siempre lo ha sido. Hicimos leyes raciales, mandamos a judíos a campos
de concentración... Pero hacemos como si no hubiera ocurrido. Total, uno va el
domingo a la iglesia, se confiesa y ya está. El gran problema de Italia es que
es un país de irresponsables, de personas que siempre echan la culpa de lo que
sucede a los demás, y eso tiene mucho que ver con el catolicismo. El
catolicismo siempre te absuelve.
¿Quizás por eso Schiavone
es tan distinto de los detectives de los países nórdicos, de los países
protestantes?
Seguramente. Siempre he
pensado que nuestra moral, y digo nuestra porque me refiero a España e Italia,
es distinta. Los del norte cuando se equivocan lo hacen de manera catastrófica,
sólo hay que pensar en Ingmar Bergman y su sentido del destino, de la culpa
continua. Nosotros nos equivocamos y sin embargo nos vamos a la playa, porque
oye, qué se le va a hacer; lo hecho, hecho está y no se puede cambiar. Puede
que la nuestra sea una buena filosofía de vida, porque a nivel individual nos
permite vivir de un modo más sonriente, más sereno. Pero como país civil, como
sociedad, estamos muy atrás, faltan los cimientos morales fundamentales. No sé
si ha visto el lío que hay ahora en Roma con la construcción del nuevo estadio
de fútbol, ha salido a la luz una vez más la historia de un empresario que se
ha dedicado a repartir mordidas... Pero es que en este país si un empresario no
unta y va repartiendo dinero se queda sin trabajar. En Italia sólo trabajas si
corrompes, si no, no trabajas. Aquí todo está corrupto, todo está podrido.
También Rocco Schiavone es
corrupto...
Por supuesto que lo es,
cómo no va a ser corrupto si vive en Italia. Pero al menos él admite que es una
persona horrible, que nadie debe de tomarle como ejemplo.
Su subcomisario también
fuma porros...
Sí, eso es lo que más
escandaliza de él, que fume marihuana. El que robe no escandaliza, pero que
fume marihuana sí. Es terrible. Es algo muy hipócrita, muy italiano.
Schiavone es romano pero
vive en el Val d'Aosta. Usted también es romano pero vive fuera de Roma...
Es que ya no me gusta esta
ciudad, ya no es mi ciudad. Roma se ha convertido en una ciudad de bárbaros,
sucia, enfadada. La degradación de Roma es monstruosa, cada vez que vengo me
dan ganas de llorar. Como dice mi mujer, es como ver a la gente caminando sobre
la Gioconda, es la misma sensación. Es así de terrible, pero es así como tratan
a Roma. Pero ojo, que los primeros en comportarte así son los propios romanos,
que no aman su ciudad. Basta con ver cómo ensucian su ciudad, cómo la tratan,
cómo la detestan. Y a eso se añade que Roma soporta desde hace años un mal gobierno.
No, no puedo vivir en esta ciudad.
Italia es un país con una
gran tradición de escritores de novela negra. ¿A qué cree que se debe?
Quizás la novela negra sea
el mejor modo de narrar Italia, un país que tiene muchos delitos y crímenes.
Por otro lado muchas de las grandes novelas, de los grandes clásicos, tienen
como trasfondo un crimen, sólo hay que ver Crimen y castigo. Creo que es en el
crimen donde se tiene el valor de revelar el alma de las personas.
http://www.elmundo.es/cultura/literatura/2018/08/26/5b82efe9268e3e18798b45ad.html
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