Cinco veces gracias al Maestro Gergiev, O.S. Teatro Mariinsky, O.S.
de Barcelona y Nacional de Cataluña y a los Auditorios de Cataluña.
En la matinée de la 2ª jornada, un esforzado ensayo se alargó más allá de las 3 horas. Seguro que el Maestro distinguía el sonido de sus profesores del de los locales. Para los aficionados fue tarea imposible, poder diferenciar a los elementos de las dos orquestas. La OBC, en un breve espacio de tiempo, supo acoplarse a la Orquesta del Mariinsky, para tocar, al unísono, la arrolladora 4ª Sinfonía de D. Shostakóvich. Los 130 inspirados músicos actuaron como si formaran una única orquesta, habituados a interpretar bajo la meticulosa e inspirada dirección del maestro Gergiev.
En la velada del tercer día y ya en el Auditori de Girona, una sala con una perfecta acústica y un tamaño ideal para el disfrute auditivo y visual de todos los espectadores, un nuevo y emocionante programa. Delicioso "El Conte del Tsar Saltan (N. Rimski-Kórsakov). Espectacular el joven pianista Sergei Redkin, en una brillante versión de La Rapsodia sobre un Tema de Paganini (S. Rachmaninov). Como lógico remate al programa, una apasionada versión de Las Danzas Sinfónicas, OP.45 (S. Rachmaninov). La reacción del público fue arrolladora durante muchos minutos.
En tres veladas mágicas y dos sesiones matinales, el Maestro V.
Gergiev al frente de la espléndida Orquesta Sinfónica del Teatro Mariinsky y
con la decisiva colaboración de la Orquesta Sinfónica de Barcelona y Nacional
de Cataluña en la espectacular y soberbia interpretación de la 4ª S. de
Shostakovich, ha deleitado a un enfervorecido público con su meticuloso,
entregado y carismático trabajo.
En la 1ª jornada, en el Auditori Nacional de Catalunya, una versión
algo rápida de Lohengrin (R. Wagner), con un final celestial. Notable la escena
final de Salome (R. Strauss), con la impactante intervención de la soprano
Eva-María Westbroek. Como pieza más esperada del programa, el tercer acto de
Tristan e Isolda (R. Wagner). Algunos de los aficionados, recelosos, recordaban
con tristeza, la pobre versión del Tristan que el Maestro Gergiev ofreció en su
última visita al Teatre del Liceu. En esta ocasión, la versión fue perfecta,
aunque algo fría la intervención del tenor Mikhail Vekua, con una Eva-María
Westbroek estupenda de voz y muy expresiva, en la versión de concierto.
Aclamaciones generalizadas subrayaron el éxito de la primera velada.En la matinée de la 2ª jornada, un esforzado ensayo se alargó más allá de las 3 horas. Seguro que el Maestro distinguía el sonido de sus profesores del de los locales. Para los aficionados fue tarea imposible, poder diferenciar a los elementos de las dos orquestas. La OBC, en un breve espacio de tiempo, supo acoplarse a la Orquesta del Mariinsky, para tocar, al unísono, la arrolladora 4ª Sinfonía de D. Shostakóvich. Los 130 inspirados músicos actuaron como si formaran una única orquesta, habituados a interpretar bajo la meticulosa e inspirada dirección del maestro Gergiev.
En la sesión de tarde, del segundo día, con la expectación de los
grandes y singulares acontecimientos, el desarrollo de la 4ª S. de Shostakovich
se pudo saborear una sonoridad brillante y una ejecución deslumbrante,
obteniendo una apasionada reacción de todos los asistentes.
En esta jornada se pudo disfrutar, en el Teatre del Liceu, de la
segunda parte de Werther (J. Massenet). En estado de gracia, el tenor P.
Beczala, volvió a recibir entusiastas aclamaciones del público, entregado. En
la matinée de la 3ª jornada la segunda versión de la 4ª S. de D. Shostakóvich,
en un auditorio con algunos huecos, volvió a galvanizar a la gran mayoría del
público.En la velada del tercer día y ya en el Auditori de Girona, una sala con una perfecta acústica y un tamaño ideal para el disfrute auditivo y visual de todos los espectadores, un nuevo y emocionante programa. Delicioso "El Conte del Tsar Saltan (N. Rimski-Kórsakov). Espectacular el joven pianista Sergei Redkin, en una brillante versión de La Rapsodia sobre un Tema de Paganini (S. Rachmaninov). Como lógico remate al programa, una apasionada versión de Las Danzas Sinfónicas, OP.45 (S. Rachmaninov). La reacción del público fue arrolladora durante muchos minutos.
GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS y GRACIAS de nuevo Maestro
Gergiev por hacer posible este "tour de force", con su dedicación
total y su feliz inspiración. Y por habernos regalado la inmensa suerte de
poder disfrutar de la Orquesta Sinfónica del Teatro Mariinsky, de la Orquesta
Sinfónica de Barcelona y Nacional de Cataluña y en dos estupendas salas, de
estas 3 sesiones únicas.
En la seguridad de que para Ud. ha sido una reconfortante
experiencia, impacientes, esperamos que nos vuelva a tener en cuenta en su
apretada agenda, para aplaudirle con el mismo fervor, en una próxima ocasión.
Mª. José Blasco y
Francisco Casero.
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