Chicas: cualquier desalmado
os puede marear con la bebida, poneros risueñas y violaros sin que un juez vea
delito en ello, aunque os violente una legión
GLORIA LOMANA
Concentración en repulsa a
la sentencia de la Manada frente al ayuntamiento de València. MÒNICA TORRES
Hasta el último minuto
discutieron ayer los tres magistrados para evitar las discrepancias en esta
grave sentencia. Se veía venir. Seis meses deliberando era ya un escándalo, y
si no llega a ser porque los medios la reclamaban, el dictamen probablemente
seguiría en el limbo.
Y cuando se conoce me
espanta que uno de los jueces haya sido partidario de que una manada de
violadores quede impune. Hasta ahora sabíamos que este juez pedía la
excarcelación de La Manada al completo y que le espetó a la víctima: “Está
claro que, dolor, no sintió usted”. ¿Porque la chica no se resistió lo
suficiente? ¿Porque había bebido? ¿Por qué se dejó acompañar en la noche? ¿Porque
llevaba la falda corta? ¿Porque se reía con el subidón de la fiesta? ¡¿Y qué?!
¿Eso justifica que te violen salvajemente, te dejen tirada y te roben? ¿Y que
posteriormente te vigilen con un detective para ver tus síntomas de
“aflicción”? ¡Ojo chicas con lo que tomáis a partir de ahora! Cualquier
desalmado os puede marear con la bebida, poneros risueñas y violaros sin que un
juez vea delito en ello, aunque os violente una legión. Juez o jueza, porque me
vienen a la mente las joyas argumentales de Carmen Molina, quien al frente del
juzgado de violencia de genero de Vitoria le preguntó a una víctima en un
juicio celebrado en 2016 si “cerró bien las piernas y todas las partes de los
órganos femeninos”.
¡Madredelamorhermoso en
manos de quiénes estamos las mujeres! Estas mentalidades ofenden, degradan y
humillan, aunque el Consejo General del Poder Judicial diera entonces carpetazo
a la denuncia que se hizo contra la jueza Molina, lo que ha debido animar al
magistrado Ricardo González para no enrojecerse a la hora de objetar la condena
en su voto particular.
No sabemos si la víctima
apelará, porque el recurso ya se lo ha puesto el propio juez con su voto
discrepante. Si le quedan ganas. Porque, ¿cómo van a denunciar las mujeres,
visto lo visto? Sentencias como esta son definitivamente desalentadoras.
Por cierto, me pregunto si
fue también este juez discrepante quien evitó que hubiera imágenes de los
delincuentes durante el juicio, para protegerles. Si exponemos el cogote de
Rodrigo Rato y hacemos pasear al cuñado del Rey veinticinco metros bajo las
cámaras por presuntos delitos económicos, los hoy condenados ¿por qué fueron
protegidos de las cámaras a las que ellos son tan aficionados? La agresión de
los cinco, en grupo, pasándose a la chica de uno a otros, la grabaron entre
risotadas antes de robarle el móvil y dejarla tirada en un portal, dos vilezas
que ellos sí reconocieron porque marcharon “fuera de la caballerosidad”. ¡Anda!
Esto es lo que ha debido ablandar el corazón del juez discrepante: que los
chicos tenían poquita educación. Pues que aprovechen a estudiar en prisión.
https://elpais.com/elpais/2018/04/26/opinion/1524767534_329229.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario